El Portavoz del Grupo Vasco EAJ-PNV Aitor Esteban, en el Debate sobre el Estado de la Nación, ha advertido al Presidente del Gobierno que la crisis no puede ser la excusa para “desarrollar una agenda recentralizadora” y ha mostrado su “profunda preocupación” por el desarrollo legislativo del Gobierno, que “abusa” del instrumento del Real Decreto, y que tiene la invasión competencial como “sello distintivo”, como sucede con la futura Ley de Educación, la Ley de Unidad de Mercado, la Ley de Transparencia y la anunciada Ley de Acción Exterior, citadas por Aitor Esteban. Por ello, ha pedido al Presidente del Gobierno que no “erosione” el hecho foral y evite que el Tribunal Constitucional se convierta en “una tercera Cámara”.

En este sentido, ha afirmado que el Gobierno debe “acomodar” la realidad de al menos dos Comunidades Autónomas, la Vasca y la Catalana, que tienen “un sentimiento nacional mayoritario distinto al español”, y procurar una “relación de bilateralidad” que atienda su “singularidad”. En relación a este tema, ha asegurado también que de la situación “tan convulsionada” en lo social y lo político debe surgir “un modelo que afronte con realismo una nueva relación con Euskadi”.

 Con respecto a la singularidad de Euskadi, el Portavoz del Grupo Vasco considera “necesario” que se cumpla el Concierto Económico y ha considerado una “cuestión crucial” que la Comisión Mixta entre el Estado y la CAV se reúna en las próximas fechas.  Además, ha añadido, el modelo de bilateral es “consustancial a la foralidad” y resulta “insoslayable”, a juicio de Aitor Esteban, para dotar de una estabilidad “razonable” a las relaciones con Euskadi.

Aitor Esteban ha hecho una referencia a una cuestión de “suma importancia” para Euskadi, como es la “necesidad” de procurar elementos para afrontar la definitiva pacificación y reconciliación. Ha pedido al Presidente “pasos” y “colaboración” entre todas las instituciones y “confianza mutua”. Ha recordado al Presidente que el Lehendakari le transmitió la postura de EAJ-PNV en la reunión que mantuvieron recientemente, y ha asegurado que el Grupo Vasco “confía” en que el Señor Rajoy sea “sensible” a ella.

El Portavoz del Grupo Vasco ha criticado también varias de las medidas tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy desde que fuera investido Presidente, como son la “imposición” del copago “de manera lineal” a todas las Comunidades Autónomas, la ley de tasas, que a juicio de Aitor Esteban “altera el contenido al derecho a la tutela judicial efectiva”, y la no actualización de las pensiones, “inaceptable, no legal, ni justa”. Además, ha denunciado la reforma laboral, que ha catalogado de “auténtico fracaso”. En cuanto a la problemática de los desahucios y la recientemente aprobada a trámite Iniciativa Legislativa Popular, ha advertido al Presidente del Gobierno que ahora “ni puede ni debe echar un jarro de agua fría sobre lo esperado”.

Sobre la corrupción, Aitor Esteban ha denunciado que en el día de ayer el Presidente del Gobierno lanzara “un improbable listado” de iniciativas legislativas en lugar de ”aclarar la situación” y  enfrentarse “públicamente a lo que afecta “ al PP. Ha exigido al Presidente del Gobierno que aclare “punto por punto” las informaciones publicadas en los medios de comunicación y ha añadido que, si en el futuro se confirmaran algunas de las informaciones “repetidamente negadas”, la situación del Gobierno sería “más que problemática, realmente insostenible”. En este sentido, el Portavoz del Grupo Vasco ha señalado que a pesar de que la legislación es “perfectible” en lo que se refiere a controles en la actuación de los representantes públicos, la “clave”, ha dicho, es la “actitud”.

Por último, en cuanto a la política económica europea, Aitor Esteban ha criticado que el Presidente del Gobierno no hiciera “autocrítica” en la exposición realizada por el Presidente del Gobierno en el día de ayer, y ha asegurado que en opinión del Grupo Vasco se ha instrumentado una política fiscal y monetaria “desde la UE, pero no al servicio de la UE”. Asimismo, ha afirmado que lo necesario es “cambiar el mandato del BCE para orientar su actuación al servicio de la resolución de la crisis económica” y ha denunciado que el presupuesto europeo aprobado parece “una reliquia del pasado” en el que “se echa de menos una vocación europeísta” por encima de las fronteras y de “egoísmos estatales”.