El Grupo Vasco ha apoyado hoy la creación de una Comisión de Investigación en el Congreso por la ‘Operación Kitchen’. Y lo ha hecho porque los datos obtenidos hasta ahora apuntan a una “conducta grave” por parte de miembros del Gobierno, porque la confesión del ex Secretario de Estado de Seguridad “hace inevitable” su constitución y porque es “deber institucional” del Parlamento investigar. 

En la sesión plenaria que ha debatido la creación de dicha Comisión, Aitor Esteban ha asegurado además que este caso no es “sino una expresión más de la crisis institucional” que vive el Estado. Entre otros, Esteban ha citado a la llamada ‘Policía patriótica’, “fenómeno policial que ha intervenido en otra crisis como la territorial”, ha dicho, judicializando el conflicto catalán “y emponzoñando las soluciones”. Todo ello,  cuando “existen dudas extendidas acerca de la objetividad del poder judicial”.

En este sentido, Esteban ha asegurado que el poder judicial “ha perdido toda credibilidad en cuanto a su independencia” y ha añadido que “el problema de la judicatura española es que los nombramientos se hacen para luego mantener una relación de coordinación y control ideológico”. Así, ha citado, como ejemplo de esa “falta de neutralidad”, el “último episodio” protagonizado por el Presidente del Tribunal Supremo por la ausencia de Felipe VI en la entrega de los despachos judiciales en Barcelona. Y en este caso, ha asegurado que “lo más clamoroso es el silencio del Rey tras la bronca política en torno a su figura, alimentando así una artificial polémica y la crispación institucional”, al tiempo que ha recordado la situación del Rey Emérito, “sobre el que se ciernen una y otra vez escándalos financieros y de otro tipo y se ha ido a refugiar del mundanal ruido nada menos que a los Emiratos Árabes”. En definitiva, y en contraposición a las afirmaciones habituales de Sánchez y Casado, cuando aseguran que ‘España es una gran nación’, Esteban ha asegurado “está hecha unos zorros”.

En todo caso, Esteban se ha mostrado poco esperanzado en “las posibilidades reales de que la Comisión pueda profundizar en el caso y descubrir por ella misma nuevos elementos en cuanto a lo sucedido”, sobre todo porque el asunto está ‘sub iudice’, y ha advertido de que esta Comisión “servirá para embarrar la pista”.