El portavoz del Grupo Vasco EAJ-PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha señalado sobre la decisión del Consejo de Ministro de aceptar los recursos presentados por el Gobierno español  a la convocatoria de la consulta catalana del próximo 9 de noviembre que, “el Partido Popular no tiene ninguna voluntad de cambiar de enderezar la situación; es todo pura retórica, un ejercicio de cinismo democrático. El PP va a utilizar siempre su mayoría absoluta para no cambiar la Constitución. Hoy por hoy, con esa voluntad del Gobierno central, la Constitución no es negociable y cualquier propuesta en este sentido suena a trampa”. Esteban ha advertido asimismo que Euskadi “nunca aceptó la Constitución y sólo un 30% votó a favor. A la hora de enfrentar este problema en el caso de Euskadi que tenga muy en cuenta que la ciudadanía nunca lo refrendó”.

Esteban ha añadido que “las peticiones al diálogo por parte del Presidente de la Generalitat, Artur Mas, han sido continuas. El único que se ha cerrado en banda ha sido Mariano Rajoy. Lo único que ha quedado claro con todo esto ha sido la falta de voluntad del Presidente español al diálogo” y ha añadido que “el principal culpable de la desafección catalana hacia el Estado español es el propio Rajoy”.

El portavoz jeltzale ha criticado también que el Gobierno español está haciendo una interpretación “muy restrictiva de la Ley”. “El presidente del Gobierno central ha manifestado que la Ley de Consultas atenta contra la Constitución pero yo no he encontrado ningún artículo que atente contra ella”.

Asimismo, el líder vasco ha querido ampliar una de las manifestaciones que ha hecho Mariano Rajoy y que ha considerado “cierta”: “Ha dicho que sin ley no hay democracia y es verdad pero le ha faltado decir que la ley no es garantía de democracia. Hay leyes en dictaduras y gobiernos que no son oasis de democracias. La ley hay que saber interpretarla siempre a favor de la democracia y la libertad de expresión ciudadana”.

Esteban ha recordado lo ocurrido en Escocia el jueves pasado y ha añadido que “han sido los ciudadanos escoceses los que han decidido el futuro de Escocia. ¿Quién tiene que opinar sobre el futuro de los catalanes si no son los propios catalanes? La opinión de lo que debe ser Catalunya les compete a los catalanes y una vez conocida su opinión, llegar a acuerdos y reformar la Constitución si fuera preciso”.