“Es el inicio del decalaje de la legislación antiterrorista”, ha asegurado Emilio Olabarria, portavoz de Interior y Justicia del Grupo Parlamentario Vasco EAJ-PNV, al término de la Comisión de Justicia que hoy ha debatido y aprobado la reforma de la Ley Orgánica de Enjuiciamiento Criminal.

Gracias a la presión del Grupo Vasco, que a lo largo de la Legislatura ha denunciado los “espacios de opacidad propicios para la tortura” del ordenamiento jurídico español y ha recordado insistentemente las condenas por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos al Estado español por su renuencia a investigar las denuncias por torturas, “se han incorporado ciertas garantías contra la tortura y a favor de los derechos de los detenidos o presos”, ha señalado Olabarria.

Así, tal y como ha sido aprobado hoy a partir de las modificaciones que proponía EAJ-PNV, la designación de un abogado de confianza, la comunicación con terceras personas y la entrevista reservada con el abogado solo podrán impedirse por auto judicial motivado. “Lo que hasta ahora era regla se convierte en excepción”, ha asegurado Olabarria.

También se han logrado incorporar a la Ley otras de las reclamaciones del Grupo Vasco tales como que “el Juez  controlará efectivamente las condiciones en que se desarrolle la incomunicación, a cuyo efecto podrá requerir información a fin de constatar el estado del detenido o preso y el respeto a sus derechos” e incluso que “los reconocimientos médicos al detenido a quien se le restrinja el derecho a comunicarse con todas o algunas de las personas con las que tenga derecho a hacerlo se realizarán con una frecuencia de al menos dos reconocimientos cada 24 horas, según criterio facultativo”.

“Por fin empezamos observar signos de normalización política consistentes en la derogación parcial de leyes de excepción”, ha asegurado Olabarria. En todo caso, ha advertido que “seguimos reclamando la videograbación de los incomunicados” y ha instado al Grupo Popular a incorporar este precepto en la sesión plenaria de la semana que viene.