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Artículo de opinión

22/07/2013


Spain is different y Europa es un planeta


Spain is different era un lema utilizado en época franquista que con Fraga constituyó el hilo comunicativo machacón de una campaña turística. El entorno internacional ha podido comprobar también la autenticidad de dicha frasecita en tiempos de la monarquía constitucional. Porque “ojopláticas” se han quedado todas las cancillerías al ver cómo el presidente Rajoy se mantenía impertérrito en su empeño de no comparecer ante el Parlamento para hablar del denominado caso Bárcenas.  Como si el asunto no fuera con él. Negando la mayor: Bárcenas es un delincuente - decía el alavés Alfonso Alonso, portavoz del Grupo popular en el congreso – y ustedes le están siguiendo el juego. Todavía aguantaría el asunto si resultara que Bárcenas no hubiera sido, como fue, encargado de las finanzas del PP durante décadas. Si cuando dimitió como senador a resultas de las presiones habidas por estar imputado en el caso Gürtel, no hubiera sido mantenido en su bien retribuido cargo interno; si hasta hace unos pocos meses el presidente del Gobierno no hubiera intercambiado con él mensajes telefónicos en los que le daba ánimo y decía que “hacemos lo que podemos”. Desde luego, a los comunes mortales no se nos ocurre enviarle mensajes a un delincuente, y mucho menos de ánimo.

Toda la oposición le reclama explicaciones en el Parlamento una y otra vez y Rajoy, escudándose en la única razón de su mayoría absoluta, viene rechazando en junta de portavoces la comparecencia ante el Pleno. ¿Se imaginan a Merkel o a Cameron dando esquinazo al Parlamento durante meses? No, claro, ni ustedes ni los gobiernos y la prensa de otros países que han reaccionado con escándalo ante la noticia. No había más que ver las portadas de diferentes medios internacionales estos días. Hasta los medios financieros comenzaban a calificar la situación como insostenible.

Y hete aquí que parece, por el momento sólo parece, que lo que no ha podido conseguir la oposición en bloque, o sea los representantes de los ciudadanos, lo va a conseguir la prensa internacional: el PP se lo está pensando.

Falta por ver si en caso de que finalmente decida comparecer nos convencerá con sus argumentos de que el PP no se ha financiado ilegalmente. Porque las piezas que van conociéndose van encajando con una precisión asombrosa y quien más quien menos (también los militantes del PP) ya tiene una idea formada de cómo funcionaba la cosa.

En política, por encima de lo que te permite hacer un reglamento parlamentario, está la ética, muy unida a la estética parlamentaria. Si estás en un país democrático debes gobernar democráticamente, y eso exige dar la cara ante el Parlamento. Spain is different, lo que es normal en Alemania, Holanda o Reino Unido, no lo es en Madrid.

Este mismo principio, el de que más allá de una legislación hay una ética de la política, es el que más me interesa de las verdades que queden esclarecidas en el juzgado a través del trabajo del juez Ruz. Lo de menos es que pueda no haber condenas penales de responsables políticos actuales, si es que los delitos o faltas han prescrito. Lo importante es que si se prueba que había financiación ilegal del PP y/o que no se habían cumplido correctamente con Hacienda, mantenerse en el poder será inaceptable para cualquiera que pretenda mantener una mínima ética democrática.

Sí, Spain is different. El ministro Wert continúa en su línea habitual. Hace falta mucho cuajo para pretender aprobar una Ley de educación con el solo apoyo de un único Grupo parlamentario, por mucha mayoría absoluta que tengas. En cualquier caso, esta actitud no es nueva en el PP, pues ya la Ministra del Castillo, en tiempos de Aznar, lo hizo. La materia educativa es una de aquellas que exigen una minima transversalidad en su aprobación si es que, como es de desear, se pretende que perdure en el tiempo. Y es a través de este consenso como se consigue la mejora de resultados. Precisamente el éxito del sistema educativo vasco consiste en el consenso existente en torno a sus líneas principales entre toda la comunidad educativa, partidos políticos, educadores, padres.

Actitudes basadas en la imposición unilateral están condenadas al fracaso. No entiendo por tanto el cabreo del PP ante la advertencia de quela LOMCEserá inaplicada en un futuro con otras mayorías parlamentarias. El Ministerio de educación no ha hecho el mínimo esfuerzo en ofrecer ningún cambio. Con rotundidad lo afirmo respecto a mi Grupo parlamentario. Por lo que me dicen, lo mismo ha sucedido con el resto de los Grupos.

Seguimos con la actualidad pero cambiando de tercio. Tengo un gran notición geográfico y astronómico que darles: Europa es una planeta. Sí, como Marte, Júpiter o Saturno. O al menos eso es lo que deben pensar sus comisarios, encabezados por Almunia. En lo que rodea al denominado asunto del tax lease y los astilleros hay una derivada que no se ha visto reflejada en los medios y que en mi opinión resulta muy preocupante puesto que nos lleva a una forzosa reflexión acerca de la naturaleza actual de las instituciones europeas. Más allá de la tardanza de los ejecutivos españoles en tratar el tema en Bruselas a pesar de que durante varias legislaturas el Grupo vasco del PNV haya estado insistiendo en este tema con diversas iniciativas.

Se supone que Europa es un espacio solidario que pretende a través de la integración conseguir una mejor adaptación de sus socios a los retos cada vez más exigentes que la economía y la política internacional plantean. Se nos pide que nos sintamos ciudadanos europeos. Que pensemos en clave europea. Pues no corran ustedes porque los superpróceres que nos guían en el camino todavía no han llegado a ese estadio.

En el asunto de los astilleros se dilucidaba una denuncia de un Estado europeo, Holanda, contra otro, España. El tema no sólo tenía una perspectiva jurídica, sino también una económica en el contexto internacional actual. Y sin embargo, los funcionarios y Comisarios han tomado la decisión dentro de su burbuja. Como si el mundo se acabara en las fronteras europeas, como si Europa fuera un planeta, como si no hubiera más países que compiten en el concierto político-económico mundial por contratos de construcción naval. No ha importado el contexto económico internacional en el que se dictamina la sentencia. Una Europa en crisis, con un Estado español, entre otros, en recesión, con un paro del 27% y en ascenso, con terceros países extraeuropeos que hacen dumping salvaje en su industria naval. La cumbre de jefes de Gobierno de finales de junio habló de incentivar la economía y mantener los puestos de trabajo, y la Comisiónen julio condena en la práctica al paro a 87.000 personas más. Menuda contradicción. Porque, los beneficiarios de la resolución sobre el tax lease no van a ser los holandeses, sino que los pedidos irán a terceros países sobre todo del ámbito asiático que apoyan a sus empresas de manera descarada. Si yo fuera gobernante en Corea del Sur le daría un premio a Europa. Si ya es difícil sobrevivir en el mercado internacional, encima Europa se dedica a poner más obstáculos a los suyos.

Desgraciadamente, las instituciones europeas no son hoy unas instituciones comunes pensando una política europea común para hacerla Uniónmás fuerte ante el mundo y proteger a sus ciudadanos. Se están convirtiendo en una especie de guardián celoso del patio de un colegio. Un árbitro interno, en lugar de un líder común hacia el exterior.

¿Buscamos el beneficio europeo y pensamos en clave política, o nos conformamos con ser unos engominados funcionarios de goloso sueldo sin visión política? Porque si se opta por la segunda alternativa, a ver cómo animamos a los ciudadanos el año que viene para que voten en las elecciones al Parlamento europeo. Que venga Almunia a pedir el voto.

 

 

 

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