La decisión del Gobierno y del Grupo Parlamentario Popular de crear un impuesto a la generación de energía del 6%, un céntimo verde al gas y un canon hidráulico, entre otras medidas, no sólo va a perjudicar al consumidor particular, y propiamente al sector energético, sino que va a provocar de manera especial, una pérdida de la capacidad competitiva del sector industrial de Euskadi. Ello se debe, en gran medida, a que gran parte de la industria vasca (el sector del acero, del automóvil, las papeleras, etc.) utiliza la cogeneración como fuente competitiva de energía, que se ve grave y negativamente afectada por este proyecto. 

EAJ-PNV advierte de que una de las implicaciones más directas de la entrada en vigor de la ley, es que ésta resta capacidad competitiva al sector industrial vasco, lo cual podría derivar en procesos indeseados de deslocalización a otros países donde un menor coste de la energía permita a las empresas ser más competitivas. Ello conllevará  a su vez el debilitamiento del tejido productivo vasco.

Durante el debate en la Comisión, el portavoz del Grupo Vasco en materia de energía e industria, Pedro Azpiazu ha declarado que este proyecto “es anti industrial, en unos momentos en los que la competitividad en el mundo obliga a su mejora constante. Se podrían producir deslocalizaciones de empresas, con lo que implica de gravedad en términos económicos y de empleo en la actual situación, y más si cabe para un País Vasco con un importante peso de su sector industrial en el PIB”.

Por ello, tal y como ha explicado Azpiazu, el Grupo Vasco ha defendido la reducción del gravamen al gas del 0,65 €/gigajulio al 0,15 €/gigajulio en los sectores de cogeneración y tratamiento de residuos y ha reclamado al Gobierno que reconsidere esta propuesta “porque con este gravamen podemos ahogar a muchas empresas, y el PP será responsable de esta tropelía”.

El Proyecto de Ley afecta negativamente a consumidores, a proyectos de liderazgo tecnológico en el termosolar, como Sener, al sector de los mini-hidráulicos y a las grandes empresas del sector energético, como Iberdrola.

EAJ-PNV expresa su perplejidad ante la decisión del Gobierno, que afecta seriamente a la industria de Euskadi. El Grupo Vasco no consigue comprender cuál es el modelo energético e industrial que defiende el Gobierno español, ya que la reforma que hoy ha aprobado prima la recaudación frente a la apuesta de un modelo competitivo.

En cambio, el Grupo Vasco ha defendido sus enmiendas, orientadas a la defensa del sector industrial y del energético, del mantenimiento del liderazgo tecnológico y a la defensa de los consumidores con el objetivo de lograr un modelo energético sostenible a medio y largo plazo.

A pesar de no haber conseguido dotar de la coherencia necesaria al proyecto y dado que la entrada en vigor de la Ley  tendrá efectos devastadores, el Grupo Vasco seguirá abierto al diálogo para intentar alcanzar un acuerdo en la tramitación en el Senado.

Finalmente, el Grupo Vasco EAJ-PNV recuerda al Gobierno que estas medidas fiscales a la energía deben ser concertadas entre las correspondientes instituciones, en la Comisión Mixta del Concierto Económico.